¿Abrir los Registros Akáshicos puede causar posesiones? La verdad detrás del mito



Índice del contenido

  1. Introducción: ¿Miedo real o manipulación?
  2. ¿Qué son realmente los Registros Akáshicos?
  3. ¿Qué es una posesión demoníaca (y por qué se la vincula con lo espiritual)?
  4. Religión vs Espiritualidad: El eterno conflicto
  5. ¿Se pueden abrir portales oscuros al acceder a los registros?
  6. Mitos frecuentes: Lo que se dice vs. lo que es
  7. Cómo abrir los Registros Akáshicos de forma segura y protegida
  8. Testimonio real: Cómo me cambió acceder a mis registros
  9. Lo que nadie dice: El miedo a lo espiritual es control disfrazado
  10. Conclusión: La única posesión real es vivir con miedo a tu poder interior
  11. 🎁 BONUS: Descargá gratis el PDF “5 Preguntas Poderosas para tus Registros Akáshicos”
  12. 📘 Leé el libro “Registros Akáshicos” de Editorial Davids

Introducción: ¿Miedo real o manipulación?

Durante siglos, todo lo que no pudo ser controlado por las instituciones religiosas fue etiquetado como “peligroso”, “demoníaco” o “obra del diablo”. Desde prácticas ancestrales como la meditación, el uso de hierbas, hasta la conexión interior con lo espiritual sin intermediarios. Los Registros Akáshicos no fueron la excepción.

En muchos espacios religiosos y conservadores, se advierte que abrir tus registros akáshicos podría “abrir portales oscuros”, “invitar entidades negativas” o incluso provocar posesiones demoníacas. Y aunque la idea suene sacada de una película de terror o un sermón del siglo XVII, miles de personas hoy todavía tienen miedo de explorar su espiritualidad por estos mitos.

Pero, ¿es cierto? ¿Puede abrir tus registros realmente ser peligroso? ¿O estamos ante otra estrategia para mantenernos alejados de nuestro poder interior?

En este post, vamos a desmenuzar las creencias que rodean a esta práctica espiritual. Vamos a comparar los Registros Akáshicos con conceptos religiosos tradicionales, vamos a analizar qué se entiende por “posesión demoníaca”, y sobre todo, vamos a preguntarnos por qué tantas veces se condena lo que nos conecta con nosotros mismos.

No se trata de atacar ninguna creencia. Este artículo no es un juicio contra las religiones, sino una invitación a pensar más allá del miedo. A revisar lo que nos contaron, lo que repetimos sin cuestionar, y lo que dejamos de explorar por temor al castigo eterno. Porque si hay algo verdaderamente “oscuro”, es vivir desde el temor y la ignorancia.

En cambio, abrir tus registros akáshicos desde el amor, la conciencia y el respeto puede ser una de las experiencias más sanadoras, reveladoras y transformadoras de tu vida. Pero para eso, primero hay que sacarse el velo del miedo y mirar con claridad.

Este post no busca convencerte, sino darte información. Después de leerlo, vas a poder decidir por vos mismo si acceder a tus registros es un acto de libertad… o una amenaza como algunos quieren hacerte creer.

Y si te animás a llegar hasta el final, vas a encontrar un bonus descargable gratuito con 5 preguntas poderosas para abrir tus registros de forma segura. Además, una recomendación especial de nuestro libro más profundo sobre el tema.

¿Qué son realmente los Registros Akáshicos?

Antes de hablar de peligros, posesiones o portales, es fundamental entender qué son los Registros Akáshicos de verdad. Porque muchas veces el miedo nace del desconocimiento, y en este caso, de una profunda confusión entre lo espiritual, lo religioso y lo supersticioso.

Los Registros Akáshicos son, en palabras simples, un campo de información universal. Se trata de una dimensión vibracional que contiene el “registro” energético de cada alma: su origen, sus aprendizajes, sus decisiones pasadas, sus propósitos, sus bloqueos y sus potenciales. No es un archivo físico ni un libro literal, sino un plano sutil donde todo lo que fuiste, sos y podrías ser está codificado.

El concepto proviene del sánscrito “akasha”, que significa “éter” o “sustancia primordial”. Desde hace miles de años, distintas culturas han reconocido esta memoria espiritual: los egipcios hablaban de las “Tablas de Thoth”, los griegos del “Nous”, y en la modernidad, científicos como Ervin Laszlo han teorizado sobre un campo informacional llamado “campo akáshico”.

Acceder a los registros no es invocar, canalizar espíritus ni hacer magia negra. Es una práctica espiritual elevada, en la que mediante un estado de conciencia expandido se accede a información de tu propia alma. Algunos lo hacen a través de oración, otros mediante meditación, escritura canalizada o técnicas específicas con guías entrenados.

Y acá viene lo importante: nunca vas a acceder a algo que no estés listo para recibir. Los registros no funcionan como un oráculo de feria ni como un tarot predictivo. Su función no es adivinar tu futuro, sino ayudarte a recordar tu verdad, a soltar patrones repetitivos, a reconectar con tu esencia más profunda.

Entonces, ¿por qué asustan tanto?

Porque esta conexión no necesita de instituciones, jerarquías ni intermediarios. Porque cuando accedés a tus propios registros, dejás de depender de dogmas y empezás a confiar en tu sabiduría interna. Y eso, para algunos sistemas de poder, es un problema.

Por eso este tema ha sido tergiversado, censurado o ridiculizado. Pero si lo entendés desde su raíz, vas a ver que no hay nada más amoroso, coherente y luminoso que volver a escucharte.

¿Qué es una posesión demoníaca (y por qué se la vincula con lo espiritual)?

La palabra posesión demoníaca evoca imágenes de películas como “El exorcista”, gritos desgarradores, cuerpos convulsionando, voces guturales y crucifijos que se derriten. Pero más allá del cine y la exageración, ¿qué se entiende realmente por posesión en términos religiosos y culturales?

Desde la tradición cristiana, especialmente en la rama católica y algunas iglesias evangélicas, la posesión es definida como un estado en el que una entidad espiritual (generalmente maligna) toma control parcial o total del cuerpo y mente de una persona. En estos casos, la víctima pierde el control de sí misma, y manifiesta conductas anormales o peligrosas. Este concepto aparece en textos antiguos y ha sido usado históricamente para explicar conductas que la ciencia no comprendía: epilepsia, trastornos psiquiátricos, traumas severos.

Con el paso del tiempo, muchas de esas explicaciones fueron desmitificadas por la psicología moderna. Sin embargo, en ciertos entornos religiosos conservadores aún se sostiene la creencia de que cualquier tipo de práctica espiritual no aprobada por su dogma puede “abrir la puerta al demonio”. Meditación, reiki, tarot, canalización, y por supuesto, los Registros Akáshicos, suelen ser catalogados como peligrosos o “prácticas ocultistas”.

Pero hay un detalle importante: el miedo a la posesión no surge del contacto con la espiritualidad real, sino del desconocimiento y del control. La religión organizada —y esto no es un ataque, sino una observación histórica— ha intentado durante siglos regular qué es “divino” y qué es “satánico”. Todo lo que no entra en su doctrina se convierte automáticamente en una amenaza.

El problema es que muchas personas sensibles, con deseos genuinos de crecer espiritualmente, se paralizan por temor a ser poseídas o a “invocar sin querer” entidades malignas. Y ese miedo es profundamente paralizante.

En realidad, una posesión no ocurre porque alguien medita o conecta con su alma. Cuando hay un caso real (que son excepcionales y muy debatidos), suele haber múltiples factores involucrados: traumas severos, sugestión extrema, trastornos mentales sin tratar, consumo de sustancias o incluso manipulación psicológica.

Entonces, no, abrir tus Registros Akáshicos no equivale a invocar demonios. Pero entender de dónde viene esa idea es clave para liberarnos de un peso ancestral y avanzar con conciencia.

Religión vs Espiritualidad: El eterno conflicto

Hablar de Registros Akáshicos en voz alta, aún hoy, incomoda a muchas personas. Y no es casualidad. Detrás del miedo a las posesiones, los portales o las “energías oscuras”, existe un conflicto tan antiguo como la humanidad: el enfrentamiento entre religión organizada y espiritualidad libre.

La religión, en sus diversas formas, nació como una necesidad humana de comprender lo inexplicable. Durante siglos, fue guía, consuelo y refugio para millones de personas. Pero también, hay que decirlo, se transformó en una estructura de poder. Y como toda estructura, buscó controlar lo que no podía dominar.

La espiritualidad, en cambio, no necesita templos, jerarquías ni rituales impuestos. Nace desde adentro. Es una búsqueda individual de sentido, de conexión con algo superior sin intermediarios. Y eso, desde el punto de vista institucional, puede ser percibido como una amenaza.

Cuando una persona accede a sus Registros Akáshicos, no está rompiendo ninguna ley divina. Está recordando quién es. Está recuperando información sobre su alma, sus aprendizajes, sus patrones y sus caminos posibles. No hay pecado en eso. Lo que hay es libertad.

Pero la historia está llena de ejemplos en los que esa libertad fue condenada. Desde la quema de brujas, la persecución de alquimistas y sanadores, hasta las críticas actuales a quienes practican reiki, canalización o lectura de registros. Todo lo que no esté “autorizado” por el dogma, es sospechoso.

Este conflicto no es solo teológico: es existencial. La religión busca que creas lo que otros te dijeron. La espiritualidad te invita a descubrirlo por vos mismo. Y ahí es donde muchos líderes religiosos sienten que pierden el control.

¿Se puede ser espiritual y religioso al mismo tiempo? Por supuesto. Hay personas que encuentran una profunda conexión espiritual dentro de su religión, y eso es completamente válido. Pero lo que no puede seguir pasando es que se use el miedo —como la idea de posesiones— para censurar prácticas que nacen desde el amor, la conciencia y la búsqueda interna.

No hay nada más peligroso que desconectarte de tu propia alma por miedo a pensar distinto. Y eso es lo que la espiritualidad verdadera viene a sanar.

¿Se pueden abrir portales oscuros al acceder a los registros?

Una de las preguntas más frecuentes (y temidas) sobre los Registros Akáshicos es: “¿Y si abro algo que no puedo cerrar?”. Detrás de esta inquietud está el miedo a “portales oscuros”, entidades negativas o experiencias paranormales fuera de control. Pero, ¿qué tan cierto es esto?

Primero, aclaremos una verdad fundamental: los registros no son un juego. No son entretenimiento espiritual, ni deben tomarse a la ligera. Pero tampoco son una puerta automática a energías oscuras. El riesgo no está en la práctica en sí, sino en cómo y desde dónde se accede.

Los Registros Akáshicos son un campo de información vibracional elevado. Acceder a ellos implica una apertura de conciencia, un estado meditativo o canalizado donde la intención, la limpieza energética y la preparación emocional son clave. No se trata de "invocar", sino de conectar con tu alma y sus memorias.

Ahora bien, si una persona accede a este campo desde un lugar de miedo, desequilibrio mental, ego espiritual, o incluso bajo sustancias psicoactivas, puede alterar su percepción, abrirse a sugestiones intensas o experimentar ansiedad. Eso no es un portal oscuro. Es un proceso mal gestionado.

También existen prácticas irresponsables que mezclan los registros con creencias oscurantistas, rituales innecesarios o lenguaje apocalíptico. Esas distorsiones pueden generar confusión o incluso manipulación emocional. Por eso es tan importante elegir con criterio a quiénes escuchás, cómo estudiás, y con qué intención te acercás a esta herramienta.

La clave está en la energía desde la cual abrís el canal. Si lo hacés desde el amor, la verdad interior y con una intención pura de sanar o evolucionar, no hay energía oscura que pueda afectarte. La vibración alta repele automáticamente todo lo que no está en esa frecuencia.

Además, existen múltiples formas de protección energética: enraizamiento, invocación de luz, oraciones, trabajo con guías, limpieza del espacio, entre otros. Y lo más importante: el respeto. Cuando entrás a los registros con humildad y respeto, nunca estás solo ni en riesgo.

En conclusión: sí, como en toda práctica energética, hay que tener responsabilidad. Pero no, acceder a tus registros no abre portales oscuros si lo hacés desde la luz. El verdadero portal que se abre es hacia tu verdad interna. Y ese camino no es tenebroso: es liberador.

Mitos frecuentes: Lo que se dice vs. lo que es

Cuando se trata de los Registros Akáshicos, sobran los mitos, rumores y malentendidos. Muchos de ellos nacen de la ignorancia, otros de la desinformación, y algunos incluso de intenciones de desprestigio. En este bloque vamos a repasar los mitos más frecuentes que circulan en redes sociales, foros espirituales y círculos religiosos, comparándolos con la realidad.

🧿 Mito 1: “Abrir los registros puede causar posesiones”

Falso. Acceder a tus registros no implica invocar entidades ni dejar tu cuerpo expuesto a nada. Es una conexión interna con tu propia alma, no un ritual de invocación. El miedo a posesiones proviene de creencias religiosas muy conservadoras que asocian toda práctica no dogmática con lo demoníaco.

🔮 Mito 2: “Cualquiera puede abrir registros sin preparación”

Parcialmente falso. Si bien todos tenemos la capacidad innata de acceder a esta sabiduría, hacerlo de forma profunda y responsable requiere entrenamiento, enfoque, limpieza energética y guía. La práctica improvisada puede generar confusión, no porque sea peligrosa, sino porque malinterpretás lo que recibís.

🌀 Mito 3: “Los registros son una religión o secta”

Totalmente falso. Los Registros Akáshicos no pertenecen a ninguna religión, doctrina ni movimiento sectario. Es una práctica espiritual libre, utilizada por personas de distintas creencias como herramienta de evolución personal. No hay jerarquías, cultos ni dogmas.

💀 Mito 4: “Acceder a vidas pasadas es traumático o peligroso”

No necesariamente. En los registros podés encontrar información sobre vidas pasadas, pero solo si es útil para tu presente. La sabiduría akáshica no te muestra lo que no estás listo para integrar. Y cuando aparece algo impactante, siempre lo hace acompañado de energía de sanación.

🕯️ Mito 5: “Se necesita un ritual especial o iniciación mágica”

No. Aunque hay métodos de acceso (como la Oración Sagrada, la meditación guiada o la escritura canalizada), no hace falta ningún rito esotérico ni iniciación mística. La clave es tu intención y tu preparación energética. Lo demás es folclore espiritual.

💬 Mito 6: “Si abrís registros, perdés el control”

Incorrecto. En ningún momento perdés la conciencia ni “canalizás algo que te invade”. Todo lo que sucede es interno, voluntario y desde la presencia. De hecho, la práctica bien hecha te vuelve más lúcido, más consciente y más centrado.

Desmitificar es sanar. Cuando dejamos de temer lo que no entendemos, empezamos a experimentar desde el corazón. Y ahí es donde realmente se abre la puerta más poderosa: la de tu conciencia despierta.

Cómo abrir tus registros de forma segura y sin miedo

Acceder a los Registros Akáshicos no debería ser un salto al vacío. Al contrario, es una práctica que se basa en el respeto, la conciencia y la conexión interna. Si lo hacés desde el miedo, probablemente proyectes ese mismo miedo en la experiencia. Pero si te preparás desde el amor y la claridad, lo que se abre no es un portal peligroso, sino uno profundamente transformador.

¿Querés empezar a abrir tus registros por tu cuenta? Acá te comparto una guía práctica y segura para hacerlo:

1. Cuidá tu energía antes de empezar

No es recomendable abrir los registros si estás muy agotado, alterado emocionalmente o vibrando bajo. Lo ideal es hacer una preparación energética suave: podés meditar unos minutos, respirar profundo, prender una vela blanca o sahumar tu espacio. La clave es que te sientas presente y limpio.

2. Elegí un lugar tranquilo y sagrado

No hace falta un altar elaborado, pero sí un rincón donde te sientas cómodo, sin interrupciones. Creá un pequeño “templo personal” con objetos que te conecten: cuarzos, incienso, una planta, una foto. El entorno físico ayuda a sintonizar tu campo sutil.

3. Hacé una oración o intención clara

Podés usar una oración específica de acceso (como la Oración del Sendero de Luz, muy usada en la lectura de registros) o simplemente hablar desde tu corazón. Por ejemplo: “Declaro mi intención de abrir los Registros Akáshicos de mi alma desde el amor, la luz y la guía superior. Que toda información recibida sea para mi mayor bien”.

4. Entrá en estado receptivo

Luego de la intención, entrá en meditación o estado de escucha. Podés hacerlo en silencio, con música suave, escribiendo automáticamente o haciendo respiración consciente. La clave es no forzar: abrí el espacio y dejá que la información llegue como inspiración, imágenes, frases, recuerdos o emociones.

5. Cerrá los registros con gratitud

Siempre, siempre cerrá. Agradecé lo recibido, incluso si no fue lo que esperabas. Sentí cómo tu campo energético se vuelve a recoger, respirá hondo y volvé a tu cuerpo. Algunas personas dicen mentalmente: “Cierro los Registros Akáshicos con amor y conciencia”.

Recordá: no necesitás ser perfecto, ni “ver luces” ni tener una experiencia mística. La apertura verdadera sucede cuando te conectás con humildad, intención clara y confianza en tu alma. Lo demás… es magia sutil.

Conclusión: Soltar el miedo, abrir la conciencia

Si llegaste hasta acá, probablemente estés sintiendo una mezcla de curiosidad, alivio y ganas de saber más. Y está perfecto. Porque hablar de Registros Akáshicos no es solo hablar de espiritualidad: es hablar de libertad, de sanar desde adentro y de dejar de tenerle miedo a tu propia luz.

Durante siglos, nos enseñaron a temer. A no cuestionar. A callar nuestras intuiciones por miedo a lo “demoníaco”, lo “prohibido” o lo “incomprendido”. Pero llegó el momento de recuperar nuestro derecho a conectar con el alma sin culpa, sin miedo y sin pedir permiso.

No, no vas a ser poseído por abrir tus registros. No, no estás atrayendo oscuridad por querer recordar quién sos. Lo único que realmente ponés en riesgo cuando accedés a tus registros… es tu ignorancia. Porque una vez que sabés, ya no podés hacerte el que no sabés.

Y eso es poderoso. Eso transforma.

Este camino no es para iluminados ni elegidos. Es para vos, para mí, para cualquier persona dispuesta a mirar hacia adentro con coraje. La intuición no es un don exclusivo: es un músculo que se entrena. Y los registros están ahí, esperando ser escuchados. No como castigo. No como dogma. Como guía.

Por eso, si algo de todo esto te resonó, te invito a dar el siguiente paso: abrir el canal con conciencia, responsabilidad y amor. Para ayudarte, preparé un PDF gratuito con 5 preguntas poderosas que podés usar como puerta de entrada a tus registros.

Y si querés ir más profundo, te recomiendo mi libro “Los Registros Akáshicos: una guía para recordar lo que tu alma ya sabe”. Es una guía práctica, cálida y clara para abrir tus registros, entenderlos y usarlos para sanar, tomar decisiones y evolucionar.

Gracias por llegar hasta el final. Espero que este post te haya dado más claridad, más libertad y más confianza para explorar tu mundo interior. Comentá abajo: ¿Alguna vez sentiste que estabas recordando algo que tu mente no podía explicar? ¿Tenés dudas, miedos o curiosidades sobre los registros?

Te leo. Y que tu búsqueda sea siempre un puente, nunca una cárcel. 💫


⚠️ Descargo de responsabilidad: Este contenido tiene fines informativos y educativos. No sustituye el asesoramiento médico, psicológico ni legal. Las prácticas espirituales mencionadas, incluyendo el acceso a los Registros Akáshicos, deben realizarse bajo la responsabilidad de cada persona, en un estado de salud física y mental adecuado. Editorial Davids y el autor no se hacen responsables por el uso indebido o la interpretación errónea del contenido aquí expresado. Si tenés dudas de salud o estabilidad emocional, consultá con un profesional habilitado.

Comentarios

Entradas populares de este blog

🧠 Matá la Ansiedad, Recuperá tu Vida Cómo salir del caos mental y volver a estar bien

Catálogo de nuestros libros

🧠 ¿Estamos todos ansiosos o el mundo se volvió invivible? La guía definitiva para entender por qué no podés más (y cómo empezar a sanar)

✅ ¡Gracias por tu apoyo! 🙌