Registros Akáshicos vs Terapias como Reiki, Tarot y Canalización: ¿cuál elegir?


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¿Por qué tantas personas buscan terapias espirituales?

Vivimos en una época donde la tecnología avanza a pasos gigantes, pero el alma de muchas personas se siente cada vez más desconectada. Podemos acceder a miles de datos, hablar con cualquier persona en segundos y consumir más información de la que jamás hubiéramos imaginado. Sin embargo, la ansiedad, el vacío existencial y la sensación de “no saber para qué estoy acá” están más presentes que nunca.

En ese contexto, las terapias espirituales comienzan a cobrar sentido. No porque estén de moda, sino porque son una respuesta a una necesidad profunda: la de reconectar con uno mismo. Ya no alcanza solo con “tener éxito”, “cumplir metas” o “estar ocupado”. Muchas personas, aún después de haber logrado lo que la sociedad considera importante, se hacen la misma pregunta: ¿esto es todo?

Por eso no sorprende que el interés por herramientas como los Registros Akáshicos, el Reiki, el Tarot y la Canalización espiritual esté creciendo tanto. Son caminos distintos, pero tienen algo en común: apuntan al interior. No prometen soluciones mágicas, sino una exploración profunda de quién sos, de lo que sentís, de lo que te bloquea y de lo que querés liberar.

Buscar una terapia espiritual no es señal de debilidad, ni de confusión. Es una señal de madurez interior. Es tener la valentía de mirar adentro, de escuchar lo que tu mente no siempre quiere oír, y de abrirte a algo más grande que vos. Algo que no siempre se puede explicar con palabras, pero que se siente… y transforma.

Si llegaste hasta este artículo, probablemente estés en ese punto. Quizás buscás una guía, una herramienta, o simplemente entender qué diferencia hay entre tantas opciones. En las próximas secciones te voy a explicar qué es cada una de estas terapias, cómo funcionan, y cuál puede ser más útil según tu momento personal.

No se trata de cuál es “mejor”. Se trata de cuál resuena más con vos.

¿Qué son los Registros Akáshicos?

Imaginá por un momento que existe una biblioteca invisible que contiene toda la historia de tu alma. No solo tus recuerdos de esta vida, sino también de otras vidas, tus aprendizajes, tus bloqueos energéticos, tus potenciales dormidos, tus heridas emocionales no sanadas. Esa biblioteca existe, y se conoce como Registros Akáshicos.

Los Registros Akáshicos son un concepto espiritual que hace referencia a un campo energético de información universal. Se dice que todo lo que pensamos, sentimos, hacemos y soñamos queda registrado en ese “archivo del alma”. El término “Akáshico” proviene del sánscrito “akasha”, que significa “éter” o “sustancia primordial”. Es decir, un espacio sutil donde la información espiritual se graba y se conserva.

Acceder a los Registros Akáshicos no es como leer un libro físico. Es más bien una experiencia intuitiva, vibracional y muchas veces emocional. Puede hacerse a través de meditación, canalización, oración sagrada o con la guía de un lector entrenado. Durante una sesión, se pueden obtener respuestas sobre:

  • Relaciones importantes en tu vida
  • Bloqueos repetitivos que no entendés
  • Tu propósito de vida o vocación real
  • Patrones kármicos que se repiten
  • Vidas pasadas que influyen en tu presente

Lo interesante es que los Registros Akáshicos no predicen el futuro, sino que te dan claridad sobre tu presente y tu camino. No es una terapia de adivinación, sino de conciencia. Las personas que han tenido experiencias profundas suelen describirlas como “una conversación con su alma”.

¿Para quién es ideal esta herramienta? Para quienes sienten que algo en su interior les pide respuestas. Para los que atraviesan una crisis de sentido. Para quienes intuyen que hay algo más allá de lo visible… y están listos para escucharlo.

En comparación con otras terapias, los Registros Akáshicos no trabajan sobre el cuerpo físico ni se apoyan en símbolos como el Tarot. Su herramienta principal es la conexión profunda con tu historia espiritual.

En los siguientes bloques vamos a ver cómo se diferencia del Reiki, el Tarot y la Canalización. Pero si algo está claro desde ya, es esto: el alma sabe lo que necesita recordar.

¿Qué es el Reiki y cómo funciona?

El Reiki es una técnica de sanación energética de origen japonés que busca restablecer el equilibrio del cuerpo, la mente y el espíritu a través de la canalización de energía universal. La palabra “Reiki” se compone de dos términos: “Rei”, que significa “sabiduría divina” o “energía universal”, y “Ki”, que se refiere a la energía vital que habita en todos los seres vivos. Es decir, el Reiki es la conexión entre la energía del universo y la energía que nos habita.

Esta terapia no requiere de creencias religiosas ni prácticas complicadas. Su funcionamiento es simple pero poderoso: un terapeuta de Reiki actúa como canal de esa energía y la transmite mediante la imposición de manos sobre el cuerpo del receptor. El objetivo es desbloquear centros energéticos (chakras), aliviar tensiones, liberar emociones reprimidas y favorecer la capacidad natural del cuerpo para sanarse a sí mismo.

Una sesión de Reiki suele durar entre 30 minutos y una hora. La persona se recuesta, cierra los ojos y simplemente se entrega. No se utiliza el tacto directo en la mayoría de los casos. Lo que se siente puede variar: desde calor, cosquilleo, imágenes, llanto espontáneo, hasta una paz tan profunda que parece meditación guiada por el alma.

¿Para qué sirve el Reiki? Algunas personas lo buscan para calmar la ansiedad, otras para acompañar procesos emocionales complejos como duelos, rupturas o enfermedades. También es una práctica común en quienes hacen un camino espiritual más consciente, porque ayuda a limpiar la energía acumulada del día a día y a reconectar con el presente.

A diferencia de los Registros Akáshicos, el Reiki no entrega mensajes ni respuestas. No se accede a información específica del alma, sino que se trabaja sobre el flujo energético del cuerpo. En ese sentido, se siente más físico y corporal que mental o intuitivo.

Pero no por eso es menos transformador. De hecho, muchas personas que han recibido Reiki en momentos de crisis, coinciden en algo: hay una energía amorosa e inteligente que atraviesa todo, y cuando la permitís entrar, algo cambia adentro tuyo.

¿Qué es el Tarot y qué puede revelarte?

El Tarot es una de las herramientas espirituales más antiguas y populares del mundo. Lejos de ser solo un “juego de cartas”, el Tarot es un sistema simbólico profundo que se utiliza para conectar con el inconsciente, acceder a mensajes del alma y explorar situaciones de la vida desde una perspectiva más elevada. Cada carta contiene arquetipos, energías y enseñanzas universales.

Una lectura de Tarot no predice el futuro de forma determinista. No se trata de “esto va a pasar sí o sí”, sino de leer las energías que están en juego hoy, y cómo podrían desarrollarse si no hay cambios. El Tarot es una guía, no una sentencia. Te muestra caminos, posibilidades y advertencias. Pero la decisión final siempre es tuya.

El mazo tradicional tiene 78 cartas: 22 Arcanos Mayores (que representan grandes temas de vida como el amor, el propósito, la muerte, el renacimiento, etc.) y 56 Arcanos Menores (que se asemejan a las situaciones cotidianas, emociones, pensamientos y acciones).

Muchas personas recurren al Tarot en momentos de confusión, decisiones importantes o cuando sienten que necesitan una señal. Pero también se puede usar para crecimiento personal, meditación o autoconocimiento profundo. Una buena tirada puede ayudarte a ver con claridad lo que tu mente racional no quiere aceptar.

A diferencia del Reiki o los Registros Akáshicos, el Tarot se apoya en un sistema visual, simbólico e interpretativo. No canaliza energía ni accede directamente a tus vidas pasadas, pero sí puede mostrarte con crudeza patrones repetitivos, miedos ocultos o bloqueos mentales que te impiden avanzar.

El gran valor del Tarot está en su poder de espejo. No te dice algo que no sepas, sino que te lo muestra desde otra mirada. Por eso muchas veces una carta duele… porque revela una verdad que ya sabías, pero no querías ver.

Si lo tomás con respeto, sin fanatismo ni dependencia, el Tarot puede convertirse en una brújula espiritual poderosa. A veces no te dice lo que querés escuchar, pero sí lo que necesitás enfrentar.

¿Qué es la Canalización Espiritual?

La Canalización Espiritual es una práctica en la que una persona —llamada canal o médium— se conecta con una fuente de sabiduría superior para recibir mensajes, guías o respuestas. Esta fuente puede ser muy diversa: guías espirituales, seres de luz, maestros ascendidos, el yo superior, el alma del consultante, e incluso energías colectivas o interdimensionales.

A diferencia de otras terapias espirituales más estructuradas como el Tarot o el Reiki, la canalización es una experiencia profundamente intuitiva. No hay cartas, ni símbolos, ni imposición de manos. Todo ocurre a través de la percepción interna del canalizador, quien puede escuchar, ver, sentir o escribir los mensajes recibidos.

Durante una sesión de canalización, muchas personas consultan sobre:

  • Decisiones importantes de vida
  • Conflictos emocionales o bloqueos energéticos
  • Vínculos espirituales con otros seres
  • Guía para procesos de sanación o evolución interior
  • Preguntas existenciales profundas (¿para qué estoy aquí?, ¿cuál es mi misión?)

La canalización no predice el futuro, pero sí ilumina caminos. Y a diferencia de los Registros Akáshicos, donde se accede a la memoria del alma, en la canalización muchas veces se entrega guía para el presente desde seres que vibran en planos más sutiles. Es decir, en lugar de leer lo que fue, se recibe lo que el alma necesita ahora.

Algunos canalizadores escriben lo que reciben (escritura automática), otros lo transmiten en voz, y algunos incluso canalizan en vivo durante sesiones grupales. Lo importante es que haya una intención clara de conexión con fuentes de alta vibración, con respeto y ética espiritual.

La canalización puede ser una experiencia reveladora. Quien la recibe con el corazón abierto muchas veces experimenta una sensación de paz, certeza o reconexión con su esencia. Es como si alguien te recordara lo que ya sabías... pero habías olvidado.

¿Es para todos? No siempre. Algunas personas necesitan primero ordenar su mundo emocional antes de exponerse a una energía tan sutil. Pero cuando llega el momento, es imposible no sentir que algo superior está guiando tu proceso.

Comparativa práctica: ¿cuál elegir según tu búsqueda?

Ahora que conocés qué son los Registros Akáshicos, el Reiki, el Tarot y la Canalización Espiritual, es hora de responder la pregunta más común: ¿cuál de todas estas terapias me conviene elegir?

La respuesta no es única ni universal. Cada camino tiene su esencia, su vibración y su momento. Por eso, te propongo una comparativa práctica y honesta para ayudarte a elegir desde tu necesidad real:

Terapia Ideal para vos si...
Registros Akáshicos Estás en una búsqueda profunda de sentido, querés entender tu propósito, sanar patrones o conectar con tu alma y vidas pasadas.
Reiki Estás estresado, ansioso o bloqueado emocionalmente. Buscás paz, limpieza energética o acompañamiento físico-emocional.
Tarot Estás confundido ante una situación y necesitás claridad para tomar decisiones. Buscás guía simbólica o introspectiva.
Canalización Querés recibir mensajes o guía de seres espirituales, sentís conexión con lo sutil y buscás orientación elevada para tu presente.

Como ves, no hay una terapia “mejor” que otra. Hay momentos distintos y necesidades diferentes. Algunas personas incluso combinan varias de estas herramientas a lo largo de su camino espiritual.

También influye tu sensibilidad. Hay quienes conectan más con lo energético (Reiki), otros con lo visual (Tarot), otros con lo intuitivo (Akáshicos) y otros con lo canalizado (guías espirituales).

¿Un consejo personal? Elegí desde la intuición, no desde el miedo. No vayas al Tarot solo porque estás desesperado. No busques los Registros solo porque otros lo hicieron. Sentí cuál resuena con tu energía hoy. Esa es la puerta que tenés que abrir.

Opinión personal: lo que me enseñaron estas terapias

No te hablo solo desde lo que leí o investigué. Te hablo desde lo que viví. A lo largo de mi camino espiritual, pasé por muchas etapas: momentos de ruptura, de ansiedad, de crisis existenciales. Y en cada uno de esos tramos, alguna de estas terapias me tendió la mano.

Mi primer contacto fue con el Reiki. No entendía nada, pero necesitaba algo que me ayudara a calmar el cuerpo y la mente. Fue sutil, pero poderoso. Sentí paz, descanso profundo, y por primera vez en mucho tiempo, no sentí culpa por simplemente “soltar”. El Reiki me enseñó que no hace falta entender para sanar. A veces, solo hay que permitir que la energía fluya.

Después vino el Tarot. Me resistía al principio. Pensaba que era algo esotérico o supersticioso. Pero una lectura me mostró con crudeza una verdad que venía evitando hacía años. No me predijo el futuro. Me mostró el presente con una claridad que dolía… pero liberaba. El Tarot me enseñó que muchas veces la respuesta ya está dentro mío, pero necesito verla reflejada para aceptarla.

Más adelante, en un momento de profunda búsqueda interior, llegué a los Registros Akáshicos. Esa experiencia fue distinta. No fue mental. Fue del alma. Sentí que algo muy antiguo en mí despertaba. Como si mi historia no empezara en esta vida. Ahí entendí que no estaba roto, solo estaba desenfocado. Los Registros me enseñaron que mi alma tiene memoria… y también propósito.

Por último, la canalización llegó cuando ya estaba más abierto a lo sutil. Recibir un mensaje que no viene de alguien físico, sino de un plano más elevado, te cambia. No por lo espectacular, sino por lo íntimo. La canalización me enseñó a confiar en que hay guías alrededor, aunque no los vea. Y que no estoy tan solo como a veces creo.

Hoy no necesito elegir entre una u otra. Las llevo conmigo como herramientas. Algunas las uso más, otras menos. Pero todas me dejaron una huella. Y si estás leyendo esto, quizás sea tu turno de explorar, de abrir una puerta… y dejar que algo nuevo te transforme.

¿Querés profundizar? (Recurso recomendado)

Si este post resonó con vos, si algo en tu interior se movió mientras leías, tal vez sea momento de ir un paso más allá. Porque leer sobre estas terapias está bien, pero vivirlas… te transforma de verdad.

Por eso, si querés seguir profundizando en tu camino espiritual, te recomiendo un recurso que creé justamente para personas como vos: buscadores sinceros, sensibles, que no quieren fórmulas mágicas, sino herramientas reales para reconectar con su alma.

📘 Mi libro “Dejalos: Soltá lo que no controlás y recuperá tu poder no habla directamente de Reiki, Tarot o Registros Akáshicos, pero sí de algo fundamental para que cualquier camino espiritual tenga sentido: aprender a soltar, sanar vínculos, dejar de cargar lo que no es tuyo, y volver a vos.

Es una guía emocional, terapéutica y profundamente espiritual. Ideal para quienes sienten que están en una etapa de cierre, duelo, transformación o despertar interno.

Incluye ejercicios, preguntas clave, ejemplos reales, frases para anotar y volver a leer cada vez que te desconectás de vos. Es un libro para tener en la mesita de luz… y también en el corazón.

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Te va a ayudar a preparar tu primera experiencia o simplemente a conectar con tu voz interior.

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No necesitás ser un experto. Solo necesitás estar dispuesto a mirar hacia adentro. Y si estás leyendo esto, probablemente ya lo estés.

Conclusión final: seguí tu intuición

En este viaje espiritual no hay una ruta única, ni respuestas absolutas. No importa cuántos libros leas, cuántas cartas te tiren o cuántas sesiones de energía hagas… si no conectás con tu verdad interior, nada va a tener sentido.

El Tarot puede darte pistas. El Reiki puede calmar tu cuerpo. Los Registros Akáshicos pueden revelarte aprendizajes profundos. La Canalización puede traerte mensajes desde planos sutiles. Pero la única brújula real que tenés… es tu intuición.

Tal vez hoy estás atravesando un momento de dudas, una ruptura, una pérdida, una sensación de que el mundo te queda chico. No estás solo. Todos pasamos por ahí. Y muchas veces, esos momentos de oscuridad son portales disfrazados. Puertas que se abren solo cuando nos animamos a dejar de mirar hacia afuera y empezamos a escuchar hacia adentro.

La espiritualidad no es una moda. Es una necesidad profunda del alma. Y cada uno la transita a su manera. Lo importante no es cuánto sabés, ni cuántos cursos hiciste. Lo importante es que estés presente, que seas sincero con vos mismo, y que no esperes la aprobación de nadie para avanzar.

Quizás no elijas ninguna de estas terapias. Quizás elijas todas. Pero si algo de todo esto te resonó, te hizo sentir acompañado, o te dio un poquito más de claridad… entonces este post ya cumplió su propósito.

Seguí tu intuición. Ella sabe por qué te trajo hasta acá.

Y si querés, me encantaría leerte en los comentarios. Contame:

¿Probaste alguna de estas terapias? ¿Cuál te ayudó más? ¿Qué sentiste? ¿Qué estás buscando hoy en tu camino espiritual?

Tu experiencia puede inspirar a otros que están transitando lo mismo que vos.

Gracias por estar acá.

¿Y si combinás varias terapias?

No tenés que elegir solo una herramienta espiritual. De hecho, muchas personas combinan varias terapias según el momento que están viviendo. Podés comenzar con Reiki para liberar tensiones, luego explorar una canalización para recibir guía, y más adelante abrir tus Registros Akáshicos para descubrir tu propósito profundo.

Lo importante es que no te limites. No hay reglas fijas. Cada alma tiene su ritmo, sus heridas y su forma de sanar. Combinarlas puede darte una visión más completa de vos mismo. Y a veces, lo que una terapia no te muestra, la otra lo revela con claridad.

Permitite experimentar. El camino espiritual no es lineal, es circular… como el alma.

Frases poderosas para anotar y meditar

  • “No todo lo que sentís es confusión. A veces es el alma hablándote.”
  • “El cuerpo grita lo que el alma calla. Escuchalo.”
  • “La intuición es la voz de tu verdad. No necesita pruebas.”
  • “Sanar no es olvidar. Es recordar sin dolor.”
  • “Tu propósito no se busca afuera. Se despierta adentro.”



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