“7 Tips de Autoestima que Me Hubiera Gustado Saber Antes”
7 cosas que aprendí sobre autoestima (y que me hubiera encantado saber antes)
Te pueden decir mil veces que valés…
Pero si no lo creés vos, no sirve de nada.
Podés recibir elogios, likes, premios o mensajes hermosos.
Podés escuchar que “sos fuerte”, que “sos especial”, que “sos único”.
Pero si adentro tuyo hay una voz que dice lo contrario…
nada de eso alcanza.
Porque la autoestima no se instala como una app.
No se activa por acumulación de validaciones externas.
No se construye con frases de Instagram, ni con palabras lindas que duran dos minutos y se evaporan.
La autoestima real es mucho más profunda.
Se construye con decisiones internas.
Con acciones diarias que no se publican.
Con la forma en que te hablás cuando nadie te ve.
Con los límites que ponés.
Con las cosas que empezás a hacer para vos, y no para agradar a los demás.
🌪️ Lo que no te enseñaron sobre autoestima
Nos hicieron creer que autoestima es “sentirse bien”.
Que es estar siempre confiado, seguro, firme.
Pero la verdad es que la autoestima no siempre se nota.
Muchas veces, es silenciosa.
Es cuando decís que no y no te justificás.
Es cuando no necesitás contar todo para validar tus logros.
Es cuando elegís con quién estar… y también con quién no.
La autoestima no es soberbia. No es ego inflado.
Es esa calma interna que aparece cuando sabés que estás actuando en coherencia con vos.
Aunque a otros no les guste.
Aunque no seas “aprobado”.
Y no, no viene sola.
Se entrena. Se construye. Se defiende.
😔 ¿Por qué nos cuesta tanto creer en nosotros?
Porque nos formatearon para buscar afuera.
Para depender del aplauso.
Para medirnos según los “me gusta”, los comentarios, la aceptación.
Desde chicos nos premiaban cuando cumplíamos expectativas… no cuando éramos genuinos.
Nos enseñaron a callarnos para no incomodar.
A decir que sí para que nos quieran.
A dejar que los demás definan nuestro valor.
Y entonces, cuando somos adultos, andamos por la vida intentando convencernos de que valemos, mientras seguimos actuando como si no lo hiciéramos.
Te vestís para gustar.
Te callás para caer bien.
Te adaptás para no molestar.
Te exigís para ser “más”.
Y aún así… no alcanza.
¿Por qué?
Porque lo que estás haciendo es para ser amado… no para amarte.
🧭 Este post no es teoría. Es práctica emocional.
Lo que vas a leer no es un compilado de frases motivacionales.
No es un listado de conceptos abstractos.
Es un recorrido real, desde la experiencia, sobre las cosas que me hubiera encantado saber antes.
Cosas que nadie me explicó.
Cosas que aprendí a los golpes.
Cosas que hoy repito en mis libros porque sé que a muchas personas les cambian la vida cuando las escuchan en el momento justo.
📌 ¿Para quién es esto?
Este post es para vos si:
-
Tenés días en los que te cuesta mirarte al espejo sin juzgarte.
-
Te cuesta poner límites sin sentir culpa.
-
Te comparás constantemente y te sentís menos.
-
Buscás aprobación en todo lo que hacés.
-
Estás cansado de vivir en modo “no soy suficiente”.
-
Tenés logros, pero no los sentís propios.
Y sobre todo… si querés empezar a salir de ese ciclo.
Si querés reconstruirte.
Si querés dejar de necesitar tanto de afuera… para empezar a reconocerte adentro.
📘 En Editorial Davids, escribimos desde ahí
No desde el lugar del que se la sabe todas.
Sino desde el que pasó por ahí, cayó, se rompió… y eligió reconstruirse.
Desde el que no busca likes, sino verdades.
Desde el que entiende que la autoestima no se regala: se recupera.
Y para eso, hacen falta herramientas.
Hacen falta hábitos.
Hace falta coraje.
En los próximos bloques vas a encontrar 7 principios prácticos que cambiaron mi forma de ver (y vivir) la autoestima.
Cada uno con ejemplos, ejercicios y preguntas que podés aplicar desde hoy.
Porque sí, podés empezar a sanar.
Podés dejar de vivir para complacer.
Podés volver a vos.
Y si nadie te lo dijo últimamente:
Tu valor no depende de lo que logres.
Tampoco de lo que otros digan.
Tu valor está en vos. Solo en vos.
Y es momento de volver a creerlo.
¿Qué es la autoestima y por qué no depende de los demás?
Todo el mundo habla de autoestima.
Pero muy pocos entienden realmente qué significa.
Algunos creen que tener autoestima es sentirse feliz todo el tiempo.
Otros lo confunden con tener un ego inflado.
Y muchos creen que se trata de “pensar positivo” y repetirse frases lindas al espejo.
Pero la verdad es otra.
La autoestima no es una emoción pasajera, ni una actitud de “creérsela”.
Es una base interna. Un sistema de creencias sobre tu propio valor.
Y lo más importante: no depende de lo que otros digan o piensen de vos.
🎭 Autoestima, ego e imagen pública: no son lo mismo
Empecemos por lo básico.
✅ Autoestima:
Es la valoración que tenés de vos mismo, desde adentro.
Se basa en cómo te tratás, cómo te hablás, qué decisiones tomás y cómo te sostenés cuando nadie te mira.
Es tu relación con vos.
⚠️ Ego:
Es una imagen inflada o exagerada que creamos de nosotros para protegernos.
No siempre es mala, pero suele estar basada en comparación y necesidad de superioridad.
El ego grita. La autoestima… no necesita hacerlo.
🎭 Imagen pública:
Es lo que los demás ven.
Lo que mostrás. Lo que publicás. Lo que editás.
No siempre coincide con tu realidad interna.
Podés parecer muy seguro afuera… y estar roto adentro.
👉 Lo importante es entender esto:
Podés tener muchos seguidores y muy poca autoestima.
Podés tener una imagen pública envidiable… y sentirte vacío.
Por eso, la autoestima nunca se construye afuera.
Se construye en lo invisible.
👶 Cómo se forma (y cómo la arruinamos sin darnos cuenta)
La autoestima empieza a gestarse en la infancia.
No se trata solo de “si nos dijeron que éramos lindos” o “si nos aplaudieron cuando hacíamos algo bien”.
Va mucho más allá:
-
¿Te permitieron equivocarte sin que te humillen?
-
¿Te validaron emocionalmente cuando estabas mal?
-
¿Te dejaron ser vos sin exigirte que encajes?
-
¿Te enseñaron a poner límites o a complacer?
-
¿Te amaron sin condiciones o según tus logros?
Cada experiencia se fue grabando en tu sistema nervioso.
Y hoy, como adulto, repetís muchos de esos patrones sin darte cuenta.
Por ejemplo:
-
Si de chico te aplaudían solo cuando eras “el mejor”, hoy quizás sentís que valés solo si tenés éxito.
-
Si te comparaban todo el tiempo, hoy quizá te sentís inferior cada vez que ves a alguien destacar.
-
Si te callaban para que “no molestes”, hoy probablemente te cuesta expresar tus límites.
Y lo más duro: si nadie te enseñó a valorarte por ser vos, es probable que hoy estés buscando afuera una validación que te debieron dar adentro.
📱 Redes sociales: el escenario perfecto para la autoexigencia
Hoy vivimos en un mundo donde todo se muestra.
Lo lindo, lo editado, lo brillante.
Y eso tiene un costo altísimo para nuestra autoestima.
Porque las redes sociales no son el problema en sí.
El problema es cómo las usamos y cómo las interpretamos.
-
Ves a alguien feliz en pareja… y sentís que tu soltería es un fracaso.
-
Ves a alguien facturando miles… y sentís que vas tarde.
-
Ves a alguien “productivo” a las 6 AM… y sentís que no hacés nada bien.
-
Subís una foto y no tiene likes… y te preguntás si valés menos.
El “like” se volvió una droga emocional.
Un refuerzo artificial que te da dopamina rápida… y vacío a largo plazo.
Y lo peor: empezás a actuar para gustar.
A decir lo que se espera.
A mostrarte como sabés que funciona.
Y así, poco a poco, vas traicionando tu verdad para recibir validación.
💬 Entonces… ¿cómo se reconstruye la autoestima?
Primero, entendiendo esto:
Tu valor no se construye con aplausos.
Tu valor se sostiene con acciones.
-
Cuando decís que no, aunque incomode.
-
Cuando hablás bien de vos, aunque estés acostumbrado a criticarte.
-
Cuando te alejás de personas que te hacen dudar de vos.
-
Cuando elegís lo que te hace bien, aunque sea impopular.
La autoestima se fortalece cuando empezás a actuar como alguien que vale.
Aunque al principio no lo sientas.
Aunque cueste.
Aunque no tengas pruebas.
Porque así como se programó en la infancia, se puede reprogramar en la adultez.
Pero no con frases. Con elecciones.
📘 ¿Querés herramientas para empezar a hacerlo?
En Hábitos del 1%, comparto microacciones diarias que te ayudan a verte distinto. A respetarte más. A darte el lugar que merecés.
En Déjalos, vas a encontrar claves para soltar relaciones que dañan tu autoestima y aprender a ponerte primero sin culpa.
Y si lo tuyo es la ansiedad, la comparación constante o la necesidad de validación externa, Ansiedad en Tiempos Modernos es el libro que más acompaña desde lo emocional.
Encontralos todos en 👉 editorialdavids.blogspot.com/p/libros.html
Porque no se trata de que te lo digan.
Se trata de que vos lo sientas.
Y eso empieza… cuando empezás a tratarte distinto.
7 cosas que aprendí sobre autoestima (y que me hubiera encantado saber antes)
La autoestima no se construye de golpe.
Es un proceso, un entrenamiento, una forma de volver a vos todos los días, incluso cuando dudás, incluso cuando tropezás.
Acá van 7 verdades que me cambiaron la forma de verme.
Y que hoy repito en mis libros, porque sé que pueden cambiar la tuya también.
💥 1. No te hables como un enemigo
La voz más constante que escuchás todos los días es la tuya.
Y muchas veces, esa voz… te destruye.
Te criticás, te juzgás, te comparás, te descalificás.
Y lo hacés con una dureza que jamás aplicarías a otra persona.
Te decís cosas como:
-
“Sos un desastre.”
-
“¿Quién te va a querer así?”
-
“Siempre lo arruinás.”
-
“Nunca vas a lograrlo.”
Y lo peor: te acostumbrás a ese diálogo como si fuera “normal”.
📌 Ejemplo real:
Te equivocás en algo mínimo del trabajo. En lugar de decir “fue un error”, pensás:
“Qué inútil que soy.”
Ni siquiera notás que lo hiciste. Pero eso queda. Y duele.
🧠 Microejercicio:
👉 Durante un día completo, prestá atención a cómo te hablás.
Al final del día, escribí las frases negativas que te dijiste.
Después, reformulalas como si se las dijeras a tu mejor amigo.
Ej: “Soy un desastre” → “Tuviste un mal momento, pero estás aprendiendo.”
💥 2. No tenés que gustarle a todos
¿Querés perder energía y autoestima todos los días?
Intentá agradar a todo el mundo.
Vivimos como si fuéramos un producto en oferta.
Adaptándonos, filtrándonos, sonriendo aunque no tengamos ganas, diciendo que sí para no incomodar.
Y después… nos sentimos vacíos.
Porque no hay nada más desgastante que vivir para encajar.
📌 Ejemplo real:
Publicás algo que te representa… pero lo borrás porque pensás “¿Y si fulanito se ofende?”, “¿Y si piensan que me creo algo?”, “¿Y si no les gusta?”
Resultado: te traicionás para evitar un juicio que probablemente no exista.
🧠 Microejercicio:
👉 Repetí estos mini mantras cuando te descubras queriendo agradar:
-
“No soy para todos. Y está bien.”
-
“No necesito aprobación para existir.”
-
“Si tengo que fingir para encajar, no encajo: me pierdo.”
💥 3. Rodeate de personas que te eleven
La autoestima también se construye en el vínculo.
No podemos florecer en terreno tóxico.
Si vivís rodeado de personas que te minimizan, te cuestionan todo, te hacen sentir que nunca hacés suficiente… vas a terminar creyéndolo.
📌 Ejemplo real:
Querés emprender, y se lo contás a tu grupo. En vez de apoyo, recibís:
-
“¿Y si te va mal?”
-
“Eso ya lo hace todo el mundo.”
-
“Mejor seguí en lo seguro.”
Esa energía no solo no ayuda: te frena, te encierra.
🧠 Microejercicio:
👉 Hacé una lista de las 5 personas con las que más hablás.
Al lado de cada una, escribí:
-
¿Me eleva o me drena?
-
¿Me impulsa o me limita?
-
¿Puedo ser yo o tengo que actuar?
Y si alguna respuesta duele… tal vez ya sabés lo que tenés que hacer.
💥 4. Hacé algo cada día que te recuerde tu valor
La autoestima no se siente.
Se acciona.
No esperes “sentirte bien” para hacer cosas por vos.
Hacelas igual… y después aparece la sensación.
Pequeños gestos cotidianos pueden cambiar tu percepción personal más que mil elogios.
📌 Ejemplo real:
Un día decidís ponerte esa ropa que te gusta, aunque pensás que “no es para vos”.
Salís así, con dudas.
Pero algo cambia. Te ves distinto. Te movés distinto.
Y no porque te halagaron: porque te elegiste.
🧠 Microejercicio:
👉 Cada día, hacé al menos una de estas cosas:
-
Vestite como si fueras tu mejor versión.
-
Decí que no a algo que no querés.
-
Comé algo sano como acto de amor, no castigo.
-
Organizá tu espacio como si tuvieras valor (porque lo tenés).
-
Agendá 30 minutos para algo que te haga bien.
Pequeñas acciones → grandes realidades internas.
💥 5. No te compares: agradecé tu proceso
Compararte con otros es la forma más rápida de olvidar todo lo que ya lograste.
Y lo peor es que muchas veces te comparás con una mentira.
Lo que ves en redes sociales no es la verdad.
Es lo que otros eligen mostrar.
Vos estás viendo su highlight reel.
Mientras vos sentís vergüenza de tu detrás de escena.
📌 Ejemplo real:
Ves en Instagram que alguien de tu edad viaja, tiene pareja, negocio, cuerpo marcado y sonrisa perfecta.
Y pensás: “Yo estoy re perdido.”
Pero no sabés si esa persona llora todas las noches, si está endeudada, si está actuando para encajar.
🧠 Microejercicio:
👉 Escribí 5 cosas que lograste este último año.
No importa si son grandes o pequeñas.
Lo importante es que son tuyas.
Y eso… ya es un camino.
💥 6. Aceptá tus errores como parte de tu historia
No vas a hacer todo bien.
No vas a acertar siempre.
Y eso no te hace menos.
Te hace humano.
Y si sabés aprender de ahí… te hace fuerte.
La autoestima no viene de “nunca equivocarse”.
Viene de no destruirse cuando pasa.
📌 Ejemplo real:
Te equivocás en una relación. Elegiste mal. Te expusiste. Te rompiste.
Y en lugar de decir “aprendí”, te repetís: “Siempre me pasa lo mismo. Soy un desastre.”
Eso no es aprendizaje. Es autocastigo.
🧠 Pregunta reflexiva:
👉 ¿Cuál fue un error que hoy agradecés haber cometido?
¿Qué aprendiste de eso?
¿Qué versión tuya salió de ahí?
Convertí tu error en testimonio, no en condena.
💥 7. Aprendé a ponerte primero sin culpa
Ponerte primero no es egoísmo.
Es salud mental.
Es autocuidado.
Es decir: “También importo. También necesito. También merezco.”
Si vivís cediendo, postergándote, tragando lo que te duele… no estás siendo generoso.
Estás desapareciendo.
📌 Ejemplo real:
Te piden un favor. No tenés ganas, ni energía, ni tiempo.
Pero decís que sí. Porque “no querés quedar mal”.
Después terminás cansado, frustrado, resentido.
Y en silencio, te anulás.
🧠 Microejercicio:
👉 Cada vez que sientas culpa por ponerte primero, repetí:
-
“Puedo cuidar a los demás sin dejar de cuidarme.”
-
“Mi descanso no es negociable.”
-
“No tengo que justificar mi ‘no’.”
Y recordá: el mundo no se va a caer si vos descansás un rato. Pero vos sí.
📘 ¿Querés profundizar en estas ideas?
Varios de estos conceptos están desarrollados a fondo en libros como:
-
Hábitos del 1% → Para transformar tu autoestima desde pequeñas decisiones diarias.
-
Déjalos → Para aprender a poner límites y dejar relaciones que te hacen dudar de tu valor.
-
Ansiedad en Tiempos Modernos → Para frenar la autoexigencia, el ruido interno y reconectar con tu paz.
Encontralos todos en 👉 editorialdavids.blogspot.com/p/libros.html
Tu autoestima no se activa con likes.
Se reconstruye cuando empezás a actuar como alguien que merece lo mejor.
Porque lo merecés.
Cómo se construye la autoestima de verdad
Nos enseñaron mal.
Nos hicieron creer que la autoestima es una emoción.
Que es algo que “sentís” de repente después de decirte afirmaciones positivas frente al espejo.
Que te levantás una mañana, te mirás al espejo y decís: “¡Soy increíble!” y mágicamente lo creés.
Pero no.
La autoestima no es un sentimiento pasajero.
No es motivación.
No es ego inflado.
No es estar bien todos los días.
La autoestima real se construye.
Se trabaja.
Se entrena.
Y muchas veces… se defiende.
🧠 Autoestima no es sentirte bien. Es tratarte bien incluso cuando no lo hacés.
Tener autoestima no significa que todos los días te vas a sentir genial.
No significa que no vas a tener días oscuros, ni bajones, ni dudas.
Significa que, incluso en esos días, no te vas a destruir.
No te vas a castigar.
No vas a traicionarte.
Autoestima es eso que queda cuando se va la validación externa.
Cuando nadie te aplaude, y vos igual seguís.
Cuando cometés un error, y no te castigás como antes.
Cuando sabés que podés caerte… pero también sabés que te podés levantar.
🛠️ Se construye con hábitos, no con pensamientos mágicos
El pensamiento ayuda. Pero lo que transforma son las acciones.
La autoestima se fortalece cuando tomás decisiones coherentes con tu valor.
No cuando te lo repetís… sino cuando lo vivís.
📌 ¿Qué acciones construyen autoestima?
-
Decir que no sin sentir culpa.
-
Elegir un vínculo sano aunque estés acostumbrado al drama.
-
Comer bien porque tu cuerpo importa, no porque querés castigar la balanza.
-
Pedir ayuda sin sentirte débil.
-
Invertir tiempo en vos sin sentir que es “egoísta”.
-
Alejarte de personas que te hacen dudar de tu valor.
Y lo más importante: hacer todo eso aunque al principio te incomode.
💡 La autoestima nace de tus decisiones más silenciosas
No necesitás grandes gestos públicos para demostrarte que valés.
Lo que realmente construye tu autoestima son esas elecciones diarias y privadas que te dicen:
“No necesito que el mundo me aplauda para elegirme.”
Como cuando:
-
Cerrás una conversación que ya no suma.
-
No respondés un mensaje que te desestabiliza.
-
Elegís descansar en lugar de quedar bien.
-
Empezás algo sin esperar ser perfecto.
-
Te tratás con compasión cuando fallás.
📘 Lo que explico en Hábitos del 1%
En mi libro Hábitos del 1%, hablo justamente de esto:
cómo pequeñas decisiones diarias pueden reconstruir una autoestima rota.
No necesitás cambiar todo de golpe.
Necesitás un sistema que te permita:
-
Ordenarte internamente.
-
Crear microacciones que te conecten con tu valor.
-
Volver a vos incluso en días malos.
-
Generar confianza sin depender de otros.
Uno de los ejercicios más simples —y más poderosos— es este:
👉 Al final del día, anotá una cosa que hiciste hoy que confirme que te estás tratando como alguien que merece lo mejor.
Hacerlo todos los días cambia tu mente. Y tu energía.
😔 Y si la ansiedad no te deja… también se puede trabajar
Muchos creen que no tienen autoestima, pero lo que tienen es ansiedad.
-
Ansiedad por caer bien.
-
Ansiedad por no decepcionar.
-
Ansiedad por no cumplir con todo.
-
Ansiedad por no estar “a la altura”.
Y la ansiedad no te deja ver tu valor. Te nubla. Te exige. Te castiga.
📘 Por eso escribí Ansiedad en Tiempos Modernos
Porque sé lo que se siente vivir con ese ruido constante en la cabeza.
Ese miedo invisible que te paraliza o te hace exigirte más y más… hasta agotarte.
En ese libro vas a encontrar herramientas concretas para calmar esa voz interna.
Y desde ahí, reconectar con tu autoestima sin depender del rendimiento.
Porque no valés por lo que producís.
Valés por lo que sos. Y eso no se negocia.
🚫 Y si tu entorno te destruye… no vas a avanzar
Podés hacer todo bien.
Tener hábitos, libros, terapia, afirmaciones.
Pero si estás rodeado de personas que te hacen sentir menos, que te manipulan, que te debilitan… es como tratar de florecer en cemento.
📘 Por eso existe Déjalos
Ese libro está escrito para personas que están atadas a vínculos que drenan.
Que se sienten culpables por poner límites.
Que aguantan por miedo.
Que dudan de su intuición.
Ahí te muestro cómo salir de esos ciclos, sin culpa y sin odio.
Desde la paz.
Desde la autoestima.
Porque a veces, la forma más clara de decir “me valoro” es soltar lo que ya no te honra.
📣 ¿Querés saber si estás construyendo autoestima o solo sobreviviendo?
Hacete estas 5 preguntas:
-
¿Estoy actuando desde lo que quiero… o desde lo que esperan de mí?
-
¿Me hablo con respeto o con exigencia extrema?
-
¿Hago cosas por mí o por aprobación?
-
¿Me rodeo de personas que me hacen bien?
-
¿Mis hábitos reflejan el amor que me tengo… o el miedo que me tengo?
Si la mayoría de las respuestas duelen… no es para castigarte.
Es para que empieces a elegir distinto.
La autoestima no se compra.
No se hereda.
No se finge.
Se construye.
Se sostiene.
Se honra con acciones.
Y sí, es posible recuperarla. Incluso si creés que la perdiste hace mucho.
🛎️ ¿Querés empezar hoy?
Empezá con lo mínimo.
Con una acción diaria.
Con un límite sano.
Con una conversación pendiente.
Con un espacio para vos.
Y si necesitás una guía, sabés dónde encontrarnos.
📘 En editorialdavids.blogspot.com/p/libros.html tenés libros pensados para personas como vos: reales, sensibles, valientes.
Libros que no exigen perfección, pero sí te recuerdan tu valor.
Cierre: No necesitás que el mundo te aplauda si vos te reconocés
Si llegaste hasta acá, no es casualidad.
No lo hizo alguien que está “bien con todo”.
Lo hizo alguien que, como vos, está buscando volver a sí mismo.
Alguien que se cansó de fingir.
De adaptarse.
De pedir permiso para sentirse valioso.
Alguien que quizás, en silencio, ya se hizo mil veces la misma pregunta:
“¿Por qué me cuesta tanto verme con amor?”
La respuesta no es rápida, ni simple.
Pero sí es profunda:
Porque pasaste años creyendo que tu valor dependía de lo que otros veían.
Y no de lo que vos sos.
🌱 Dejar de buscar validación no es egoísmo. Es madurez emocional.
No se trata de cerrarte al mundo.
Ni de hacerte el fuerte.
Ni de vivir sin afecto.
Se trata de empezar a nutrirte desde vos, para que los aplausos no sean gasolina… sino eco.
Porque si tu autoestima depende de los demás, cada crítica te destruye.
Cada silencio te vacía.
Cada “no” te rompe.
En cambio, cuando empezás a reconocerte —de verdad—, todo cambia.
No porque el mundo cambie…
Sino porque vos ya no estás esperando que el mundo confirme lo que vos ya sabés.
💬 Repetilo conmigo, aunque al principio te cueste creerlo:
“Mi valor no depende de lo que logro.
Mi valor no depende de lo que muestro.
Mi valor no depende de si me aman o me eligen.
Mi valor está en mí.
Y eso… no se discute.”
💡 ¿Qué pasa cuando dejás de dudar de vos?
Empieza algo silencioso, pero fuerte.
Te movés distinto.
Elegís distinto.
Rompés ciclos.
Ponés límites sin miedo.
Te vestís con ganas.
Te hablás con respeto.
Pedís ayuda sin culpa.
Y sobre todo… empezás a tratarte como alguien que merece cosas buenas.
No porque lo hiciste todo bien.
No porque no fallás.
Sino porque sabés que aún con tus sombras, tu historia vale.
Y cuando eso pasa, no hay vuelta atrás.
🚫 No necesitás llegar a “ser alguien” para empezar a valorarte
Muchos piensan:
“Cuando baje de peso… me voy a sentir bien.”
“Cuando tenga pareja… voy a confiar más en mí.”
“Cuando logre ese trabajo… voy a estar orgulloso.”
Pero eso no funciona.
Porque todo lo que se construye desde la falta, se tambalea cuando el mundo no responde como esperás.
Vos no te amás cuando las cosas salen bien.
Te amás para poder sostenerte cuando no salen.
💥 Tu autoestima es una decisión diaria
Y como toda decisión, puede ser incómoda.
Porque elegirte implica incomodar a otros.
Implica romper expectativas.
Implica salir del “rol” que muchos esperaban de vos.
Pero también implica volver a vos.
Y nada es más valioso que eso.
No necesitás más motivación.
Necesitás hábitos.
Necesitás coraje.
Y necesitás herramientas reales.
📘 Por eso existen nuestros libros
En Editorial Davids, no escribimos para que te sientas bien un rato.
Escribimos para que te construyas.
Para que te entiendas.
Para que te elijas.
Si estás listo para dejar de dudar de vos y empezar a valorarte de verdad, te invito a leer:
👉 Hábitos del 1%
Una guía para reconstruir tu relación con vos desde pequeñas decisiones diarias.
No vas a salir con “frases bonitas”.
Vas a salir con un sistema que te acompaña paso a paso.
👉 Déjalos
El libro para quienes saben que parte de su baja autoestima se debe a los vínculos que sostienen.
Si te cuesta decir que no, poner límites, o salir de relaciones que te apagan… este es para vos.
👉 Ansiedad en Tiempos Modernos
Perfecto si tu problema no es solo la autoestima, sino la autoexigencia, el ruido mental, el miedo a decepcionar o a no rendir.
Este libro no te juzga.
Te abraza y te ordena emocionalmente.
📌 Podés conseguirlos todos en 👉 editorialdavids.blogspot.com/p/libros.html
Son libros hechos con la única intención de que te encuentres.
No que te transformes en otro.
Sino que reconectes con lo que ya sos… pero te olvidaste.
🌟 Tu valor no necesita permiso
No necesita viralizarse.
No necesita validación.
No necesita una audiencia.
Solo necesita una cosa: que vos lo elijas.
Porque todo empieza ahí.
El cambio. El amor. El límite. La construcción.
Todo empieza… con una elección interna.
Tu valor no se discute.
Se respira.
Se elige.
Se actúa.
Y cuanto antes lo aceptes, antes vas a empezar a vivir desde otro lugar.
Gracias por estar.
Gracias por leer.
Gracias por elegir este camino.
Te aseguro: no hay uno más valiente.
📘 Editorial Davids – Libros para sanar, crecer y avanzar.
¿Te gustó el contenido? Si te aportó valor, podés invitarme un café y ayudarme a seguir creando más. 🙌 Gracias por estar del otro lado.
También te puede interesar:
Comentarios
Publicar un comentario